Puede parecer depravado, pero en el buen sentido estoy enviciado: Enviciado de tu belleza Enviciado de tu alma Enviciado de tus detalles Enviciado de tu sonrisa Enviciado de tus ojos Enviciado de tus labios Enviciado de tu piel Enviciado de tus manos Enviciado de tu cuerpo Pero estoy todavía mucho más enviciado de tu personalidad y defectos. Los cuales son los que te hacen única e irrepetible, y es la belleza más dulce que no puedo imaginar tener. Porque, siempre te tuve en mis sueños, imaginaciones, pensamientos, y es increíble e inexplicable, que ahora estés como a mi lado. Pero sin explicarlo, y sin ningún teatro, te fijaste en mí: Yo, que soy un alma vagabunda en los sentimientos que tu reflejas con tan solo tu mirada. Yo, alguien que no es guapo o reconocido, pero, aun así, los ojos de tu corazón apuntaron a mí, Yo, alguien que no le llamaba la atención esto del amor, Yo, alguien nunca entendió lo que hace el corazón, Yo, alguien que se preocupa...