Esas señales tuyas, me vuelven loco por ti. Estás hablando con los ojos, eres quien toca las estrellas de mi corazón. Habiéndote conocido ¿quien no cedería su corazón y su alma? Tu denso cabello, fragante, tu aliento perfumado, tus miradas embriagadoras. Tu cuerpo es como un jardín, mirarlo esparcirá mis sentidos. Una embriaguez se me esparce en el cuerpo, y la cordura pende de un hilo. Es como si hubiese perdido, despierto pero estoy dormido. Sigo revoloteando, sigo derritiéndome, envuelto pensando en ti. Solo pensando en ti.